No sé si alguien me seguirá leyendo, pero yo sigo haciendo los top anuales de los libros que leo cada año. Este año he leído más que el anterior, si bien, en el el top no hay ningún clásico. De esos solo he leído este año Emma, de Jane Austen y me ha parecido un petardazo. Sin más dilación, vamos a darle caña.
5. Edad Oscura, de Pierce Brown
En su día, hace la friolera de 7 años, ya incluí Amanecer Rojo dentro mi selección de libros del año, y hablé muy bien de él en el blog. Me parecía fresco dentro de la distopía y la ciencia ficción, y a diferencia de otras sagas similares, no ha bajado casi nada el nivel a lo largo de 5 novelas (divididas en dos trilogías). Complicado hablar de una 5ª parte de un libro sin destripar nada, pero hablemos de que la crudeza florece en todo momento, Brown deja claro que nadie es intocable, y sigue dejando reflexiones muy interesantes sobre la política, la democracia, el poder, la redención, y la lucha de clases. Y todo ello mientras logra ser entretenido a través de 900 páginas. Construye y desarrolla muy bien a sus personajes, y el ritmo entre los 3 personajes que narran es el correcto. Ojalá más gente leyera a Brown, pero al estar publicado por RBA como juvenil, ha pasado muy desapercido por lo general. Leed Amanecer Rojo.
4. Lluvia Fina, de Luis Landero
No esperaba nada especial de este corto libro que se lee de una sentada, con apenas 200 páginas. Pero esta historia puramente costumbrista, de cómo han crecido unas hermanas en una familia hermética, de las rencillas que han ido surgiendo a lo largo de los años, de amores, de desamores, de golpes que te da la vida en la cara, todo ello con una prosa bastante buena, que logra alejar mucho lo novelero y lo artificioso.
Una familia que anda peleada planea reunirse en una comida para limpiar las rencillas, pero finalmente el pasado narrado a través de los flashbacks nos cuenta el origen de los problemas.
No sabría decir exactamente por qué me gustó tanto esta corta novela, pero sin duda, se la podría recomendar a cualquiera.
3. Camino de Reyes, de Brandon Sanderson.
Después de haber leído 4 libros de la saga de Nacidos de la Bruma, decidí dar el gran paso y abrirme camino en la saga de los tochos de mil y pico páginas, animado por un buen colega y por Papá Oso. ¿Y qué momento mejor para meterle mano a un libro de 1200 páginas que durante un confinamiento pandémico de 2 meses? Camino de Reyes sitúa los peones sobre el tablero, y cuenta 3 fascinantes historias paralelas. Shallan, que quere salvar a su familia robando a una erudita, Dalinar un general en una guerra que empieza a tener visiones, y Kalinar, un esclavo casi sentenciado a muerte, cuya historia puede que sea la más interesante y mejor. Sanderson se explaya todo lo que quiere (sigo pensando que le sobran 200 páginas, pero se le perdona) y crea momentos épicos, sin perder el ritmo casi nunca en una novela tan larga, y no tiene los altibajos que sí que tienen Tormenta de Espadas y Juramentada (Sep, me leí el 2º y el 3º también, pero el mejor es el 1º). Si buscáis una saga de fantasía que no te deje la miel en las labios, o teniendo que esperar 8 o 9 años al próximo volumen, veníos al Cosmere.
2. La Milla Verde, de Stephen King
Pocas novelas me quedaban por leer de las "imprescindibles" del maestro del terror, quien me conozca sabe que muchas de sus novelas, tanto las antiguas como las nuevas suelen aparecer todos los años por aquí. La Milla Verde es una novela particular, pues Stephen la publicó en 6 partes, y no hay apenas terror, en el sentido en el que él nos tiene acostumbrados. Además, a novela tiene un toque sobrenatural sobrecogedor muy importante, que todos lo que hayáis leído la novela o visto la fantástica adaptación al cine ya conocereis. Es un alegato poderosísimo en contra de la pena de muerte, y no por ello intenta exculpar a aquellos que cometen los crímenes más execrables. Ello sumado al "toque King" logra ser intenso a la vez que conmovedor, con personajes inolvidables, incluyendo a uno de los ratones más icónicos de la literatura, en la opinión de este humilde lector. Para finalizar, hay que mencionar que La Milla Verde es una novela que gustará incluso a los que no les guste Stephen King o el terror.
1. El Secreto, de Donna Tartt.
Una amiga me dio por saco para que me leyera este libro. Estaba algo descatalogado pero lo encontré. Y seamos claros, lo mejor de la novela de Tartt no es la historia en sí, que es bastante sencilla, sino el tono, la forma, la ambientación, sus personajes, cómo se desarollan, el cómo te transporta perfectamente a la vida universitaria. Y que lo mejor de la novela son los personajes. No quiero desvelar nada más, pues es fácil hacer spoiler, pero destacaría sobre todo el cinismo de algunos diálogos, las aventuras y desventuras junto al profesor de Filosofía disfuncional, y ese poderosísimo final. A diferencia de algún otro libro de esta lista, entiendo que algunos puedan odiar este libro, a medio camino entre el coming of age y un telefilm de Antena 3 bien contado (como ya lo era la fantástica Perdida, de Gillian Flynn). Y qué decir de la prosa, hacía muchísimo que una novela no me enganchaba y me metía tanto de lleno en la historia. Merece muchísimo la pena.
